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¿Sabes Cuánto Dinero estás perdiendo por no saber invertir tu patrimonio?

Imaginemos…

Va…

Que es gratis…

Imaginemos que queremos construirnos una casa. Pero no una casa de paja ni de madera para que venga el lobo y con un soplido insípido la tumbe por completo.

Hablamos de una casa que será construida ladrillo a ladrillo, que es la materia prima esencial para construir las paredes y dar forma a lo que será nuestro próximo hogar.

Bien.

Vamos a seguir imaginando que tenemos que ir todos los días a nuestro proveedor oficial de ladrillos y comprar 10 de ellos para construir esa casa. Y esto lo vamos a estar haciendo durante un año exacto, que es el tiempo en el que tendremos preparada nuestra querida choza.

Día 1, 10 ladrillos.

Día 47, 10 ladrillos.

Día 363, 10 ladrillos.

¿Si?

Es sencillo de entender. 10 todos los días durante un año.

Vale.

Resulta que nuestro proveedor, el señor CEO de ‘El ladrillo sencillo’ no admite compras por lotes ni por volumen. No hace ofertas ni se deja conmover por vernos todos los días ir a comprar sus ladrillos.

Es un tipo frio y distante, pero aceptamos sus normas. No queda otra.

Así pues, cada día, durante los próximos 365 (ese año no es bisiesto) iremos a comprar 10 ladrillos y el proveedor nos cobrará en función del precio al que cotizan los ladrillos ese día.

Vamos bien por ahora, ¿no?

Entonces, si voy el día 1 y el ladrillo cuesta 1€, ¿cuánto me habré gastado?

Espera que cojo la calculadora científica.

Perfecto, 10 €.

Ahora resulta que en la zona donde me estoy construyendo la casa, hay otros tres colegas que han decidido hacer lo mismo que yo, y eso provoca que el precio de los ladrillos suba.

Ya sabes, la ley de la oferta y la demanda.

Entonces voy el día 15 y el ladrillo ya no cuesta 1€, cuesta 1,10€. Entonces, ¿cuánto me he gastado?

Correcto, 11€.

Claro, es obvio que si sube el precio de ladrillo pues me gastaré más dinero por el lote de 10.

El caso es que el CEO sencillo ha decidido abrir cerca de la zona en donde estamos creando una burbuja inmobiliaria sin precedentes, otro puesto para poder comprar ladrillos y por ello el precio del ladrillo baja a 0,95€.

Fenómeno, iré el día 51 y me gastaré 9,5€.

Entonces, la pregunta que tendríamos que hacernos como constructores de nuestra propia casa podría ser…

Oye, que nos interesa más, ¿comprar ladrillos a 0,95€ o a 1,10€?

Y como somos un tipos hábiles y bastante astutos con los números, podríamos contestar…

Menuda pregunta más chorra, ¿no te parece?.

Bien. Evidentemente, si vamos a ir a comprar todos los días ladrillos para construir una casa con vistas a no sé dónde, querremos que el precio de dichos ladrillos sea lo más barato posible.

¿Por qué?

Porque así nos gastamos menos dinero en construirla.

Wow.

Menudo nivel de artículo me estoy cascando ¿eh?

Si si, pero esto que podría ser una problema de mates de primero de EGB, lleva de cabeza a un país entero.

Mira, te explico.

Figúrate que el precio de un ladrillo es de 100€. Olvídate de si es caro o carísimo, da igual. Saco un billete verde y la compro.

Perfecto.

Ahora el precio del ladrillo cae a 50€. Luego con el mismo billete verde compro 2 ladrillos.

¿Si?

Entonces… ¿cuánto me ha costado cada ladrillo?

¿Mucho? ¿Poco? ¿Un riñón?

Si tu respuesta automática e instintiva ha sido de ‘pues el ladrillo me habrá costado 75€’, has caído en el viejo truco que todo inversor novato pasa por alto.

A ver… si me he gastado 200€(2 billeticos verdes) y he comprado 3 ladrillos, el coste por ladrillo ha sido de…66,67€.

Si…porque recuerda que cuando el precio del ladrillo cae a 50€, con el mismo dinero compramos no uno, sino dos ladrillos, y eso hace que el ‘precio medio de compra’ se aproxime al precio más bajo.

Curiosidades matemáticas.

Bien. Esto que acabo de exponer y que aparentemente es una soberana chorrada, para el inversor medio resulta tremendamente complicado de asimilar.

Resulta que el mercado financiero es el único lugar en el mundo que cuando el precio de los activos que lo componen cae, la gente huye despavorida.

Lo repito otra vez, porque creo que no ha quedado claro.

LOS MERCADOS FINANCIEROS GLOBALES SON EL ÚNICO LUGAR EN EL MUNDO QUE CUANDO EL PRECIO DE LOS ACTIVOS QUE LO COMPONEN CAE, LA GENTE HUYE DESPAVORIDA.

Pero lo que hacemos nosotros, los astutos constructores, comprando todos los días ladrillos para construir nuestra casa, sin habernos dado cuenta, es un método de inversión que fue creado hace ya unas cuantas décadas por uno de los personajes más influyentes en el mundo de la inversión.

Benjamin Graham, mentor de Warren Buffet (quizá este señor te suene más) nos expone en su libro ‘El inversor inteligente’, cuya primera publicación fue en 1949, uno de los métodos más simples (que no sencillos) para invertir nuestro patrimonio en los mercados financieros globales.

HABLAMOS DEL…

DOLLAR COST AVERAGING

Oh, oh. Mucho palabro en inglés no va a hacer que sea más molón ni que parezca más profesional

Explicate anda. Esto del Dollar Cost Averaging, ¿en qué consiste?

Espera espera espera.

Antes de nada. Importante. Básico y elemental.

Cuando inviertes tu patrimonio tienes que saber, POR QUÉ  y PARA QUÉ lo quieres hacer. Y también CUÁNDO querrás conseguirlo.

De nada sirve una herramientas de inversión sin un OBJETIVO que cumplir.

Igual que nosotros compramos ladrillos para construir una casa y sabemos que esa casa la podremos terminar en un año, el inversor tienes que saber cuales son los OBJETIVOS vitales que le mueven.

No es fácil, pero de nada sirve invertir sin saber hacía dónde te diriges y sobre todo, a dónde quieres llegar.

Seguimos.

Te decía que el Dollar Cost Averaging es…

Un método de inversión para invertir(cuanta redundancia) periódicamente una cantidad preestablecida de dinero, independiente de si los mercados financieros suben o bajan.

Para el ejemplo de nuestra casa.

Nosotros vamos todos los días a comprar, da igual si el precio del ladrillo sube o baja, nuestro objetivo es construir la casa.

Obvio que nos ponemos contentos cuando compramos en los días en el que el precio del ladrillo ha bajado y nos cogemos un buen cabreo cuando el precio ha subido

Aunque también podríamos preguntarnos cosas como…

¿Es el mejor momento para construir una casa?

 ¿Por qué no me espero a que el precio del ladrillo esté bajo?

 ¿Qué pasa si mientras estoy construyendo mi casa hay una crisis inmobiliaria sin precedentes?

 Y si viene esa crisis, ¿el precio de mi casa puede valer 0 euros?

Ya sabes, los humanos tenemos un cerebro que nos pone muchas trabas para la toma de decisiones. Sobre todo en materia de inversión. Pero tenemos que domarlo y educarlo.

Continuamos.

Entonces …¿Qué conseguimos con este método de inversión?

Mira, para mi, lo más importantes es invertir tu patrimonio en herramientas financieras validas para el OBJETIVO que persigues y dedicarte a lo que realmente te inspira y te motiva en la vida.

Ya sean tus hijos, tocar la guitarra eléctrica o la jardinería paisajista.

La gran ventaja de este método de inversión es que te quitas la presión de adivinar cuando tienes que invertir en los mercados financieros y cuando no.

A eso último se le llama ‘market timing’.

Lo de intentar adivinar cuándo es el mejor momento para invertir digo. Porque eso no lo sabe nadie.

Bueno sí, los gurús, los cantamañanas y el Expansión sí que lo saben, claro.

Al establecer un plan de compras sistemáticas, automáticas y espaciadas en el horizonte temporal de TU OBJETIVO, se elimina el riesgo de invertir una gran cantidad de dinero justo antes de que los mercados financieros se hundan.

Porque cada cierto tiempo, los mercados financieros se la pegan. Luego en el futuro es totalmente seguro que seguirán habiendo bajadas. Y subidas. Y bajadas. Y…

Va.

¿Ponemos números a todo esto? ¿Para los incrédulos?

Volvemos a la construcción de nuestra casa.

Imaginemos que tenemos dos opciones para comprar los ladrillos de esa casa.

Opción A)

Comprar los 3.650 ladrillos de una tacada, que son los que corresponden comprar para construirla (10 cada día durante un año). Cuando los voy a comprar vale 1€ cada ladrillo. Luego me gasto 3.650€.

Opción B)

Como hemos visto, el precio al que compro los ladrillos fluctúa diariamente.

Bien.

Ahora imaginemos los dos sub-escenarios siguientes:

Opción B1)

El precio de los ladrillos fluctúa al alza durante los meses centrales del año porque todo el mundo está contento, feliz, las previsiones económicas son positivas y todo el mundo quiere construir su propia casa.

Tendríamos esto:

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En este caso, hubiese salido más interesante comprar los ladrillos de una sola vez, ya que nos hemos gastado 260€ de más para construir nuestra casa.

Opción B2)

Ahora caso contrario, tenemos una bajada de los precios del ladrillo en los meses centrales.

La cosa ya no pinta tan bien. La gente no está tan contenta, las previsiones no son muy agradables y nadie quiere invertir en ladrillo porque muy poca gente lo está haciendo…

Entonces tendríamos esto:

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Bien. En este caso los 260€ no han sido un sobre coste, sino un ahorro.

Curiosos que cuando compro ladrillos a un precio más bajo, me gasto menos en la construcción total.

Ahora vamos a imaginar que empiezo a invertir en los mercados financieros y no hago caso a Graham. Sigo los instintos de mi corazón o, peor todavía, lo que me dice mi primo el que se acaba de sacar un máster bursátil que me dice que tengo que comprar un fondo de inversión que se ha puesto súper de moda y que lo está petando.

Entonces invierto, por ejemplo, 10.000€ de golpe y porrazo porque ‘hoy‘ el mejor momento y el mejor activo. Si lo dice mi primo que es el que sabe, pues allá vamos.

Pero pasa esto en los siguientes 12 meses de la inversión. Típico caso del inversor cenizo, claro:

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Han pasado 12 meses y acumulo una rentabilidad temporal del -15%.

Bueno, yo me fio de mi primo, que es un crack, no ha invertido un solo euro en su vida pero ha estudiado mucho y a mí eso me vale. 

Me ha dicho que me espere, que tiene un palpito y que la inversión se recuperará.

Así que sigo con ella y espero a que mi inversión vuelva a su punto inicial, a un precio de 100€.

Después de 24 meses alcanza su valor inicial, y tenemos esto:

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Mi primo tenía razón, la inversión se ha recuperado, que fenómeno es. Yo confiaba en él y no me ha defraudado.

Lo que pasa es que quizá se le ha olvidado decirme algo así como:

· Han pasado 24 meses desde que hiciste la inversión y tu rentabilidad es de un majestuoso 0%. En dinero digo. La rentabilidad emocional está teñida de rojo.

· Si han pasado 24 meses y sigo igual, no he perdido nada, pero quizá he perdido el tiempo. Llámame loco.

· El coste de oportunidad de haber invertido en algo más rentable o haberlo hecho de otra forma es simplemente brutal. Te lo explico ahora.

Vamos a hacer caso a Graham y le decimos a mi primo que deje de estudiar tanto y que lea un poco más.

Bien.

Según el método Dollar Cost Averaging, vamos a partir esos 10.000€ en 24 compras. Lo cual hará que cada mes invirtamos 416,67€. La evolución del mercado es exactamente igual a la del caso anterior.

Entonces en el siguiente gráfico tenemos, en azul, la evolución del precio del activo en el que invierto y los números sobre el gráfico, la cantidad de participaciones que compro por cada aportación mensual.

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Por lo tanto, vemos algo tremendamente simple. Si hago aportaciones sistemáticas, automáticas y mensuales, cuando el mercado en el que invierto baja, compro con la misma cantidad mas participaciones, títulos o ladrillos. Lo vemos también en la siguiente tabla:

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¿Y qué pasa cuando hago compras del activo a un precio inferior al inicial?

Pues que el precio medio de compra tiende a situarse en el precio más bajo.

Lo vemos en el siguiente gráfico, en donde la línea azul sigue siendo la evolución del precio del activo, y la roja el precio medio de las participaciones que estoy comprando.

Y fíjate cuando ambas líneas se cruzan, ¿Qué nos viene a decir esto? Pues que cuando el precio del activo supere los 89,83€, la inversión empezará a ponerse en verde, en positivo o lo que es lo mismo, estaré ganando dinero.

Ya no tendré que esperar a que la inversión supere los 100€ iniciales para tener una inversión rentable.

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-Primo, tú que tienes un máster y calculadora a mano. He acumulado 109,48 participaciones en 24 meses, y ahora el mercado dice que cada una de ella vale 100€, ¿cuánto vale mi inversión en este momento?

+ Espera espera. A ver… 100 € vale cada participación…y dices que tienes 109,48…me dice la calculadora que son 10.948€.

-Bien ¿no? Si puse 10.000€ y ahora tengo 10.948€ eso es una rentabilidad del…9,48% en dos años.

Es decir, mismo caso, mismo mercado, mismo capital invertido, pero resultados totalmente distintos.

Nada que ver.

En el primer caso, que por cierto se ha obtenido un 0% de rentabilidad, se ha intentado predecir lo que hará el mercado. Lo cual es absurdo porque el mercado hace lo que le da la gana.

En el segundo, se ha aplicado método de inversión, con una rentabilidad del 9,48%. En este caso, te da igual lo que haga el mercado. Simplemente te dedicas a hacer compras sistemáticas y automáticas en un activo acorde al OBJETIVO financiero que buscas y te dedicas a cosas mas interesantes como estar pegado a una pantalla viendo gráficos de velas y cotizaciones en rojo y verde.

Luego segunda conclusión a la que podemos llegar:

LOS MERCADOS FINANCIEROS SE VAN A MOVER COMO LES DA LA GANA. NO HOY, SIEMPRE.

SI EL MERCADO NO LO PODEMOS CONTROLAR, ¿SABES LO QUE SI PODEMOS HACER? CONTROLAR COMO NOS COMPORTAMOS ANTE ÉL.

Bien, sé que hay muchos datos, mucho texto y mucho que reflexionar, pero os dejo aquí el resumen en cuatro puntos de lo que hemos visto,

· La primera cosa que tienes que saber antes de invertir tu patrimonio o capacidad de ahorro en los mercados financieros es el POR QUÉ y PARA QUÉ lo haces. No existe rentabilidad buena o mala, solo aquella que te permite cumplir tus OBJETIVOS.

· Olvídate de perseguir al mercado pensando que sabes dónde hay que estar invertido y cuando. Eso es para personas como mi primo, que son unos mentes privilegiadas.

· Sincroniza tu OBJETIVO con el activo correspondiente para tal fin. Si tu OBJETIVO es de largo plazo, olvídate de la palabra conservador. Si tu OBJETIVO es de corto plazo, busca activos de volatilidad reducida.

· El Dollar Cost Averaging es un método de inversión que te protege de las caídas futuras de los mercados financieros, comprando a precios mucho más interesantes y provocando que, cuando los mercados se recuperen (que lo harán) tengas una mayor rentabilidad en tu patrimonio.

· La paciencia, la constancia y la visión de largo plazo son una de las mayores ventajas competitivas que puedes tener como inversor. Olvídate de los consejos para pegar un pelotazo y ser millonario la próxima Semana Santa. Eso no existe.

 Y ya para acabar y abrir debate. En el siguiente gráfico puedes ver la evolución de dos fondos de inversión.

No hay texto alternativo para esta imagen

Si hemos aplicado el método de inversión Dollar Cost Averaging, realizando aportaciones mensuales de la misma cantidad de dinero, ¿sobre qué fondo hubieseis preferido haber estado invertidos?

Me puedes escribir por privado para darme tu respuesta.

Bien. He acabado por hoy. Espero que el artículo te haya gustado.

¡ Hasta la próxima !

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